Durante muchos siglos, Londres ha sido la ciudad que une a toda la isla británica: es la capital de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Se encuentra en el sureste del país, en ambas orillas del río Támesis que desemboca en el Mar del Norte. Esta asombrosa ciudad llena de contrastes no es solo la capital de Inglaterra, sino también un claro ejemplo de su rica historia y patrimonio cultural que ha acumulado durante su existencia.
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En primer lugar, cabe destacar la gran torre medieval de la fortaleza, rodeada por un profundo foso con agua. Durante mucho tiempo, se utilizó simultáneamente para varios propósitos: como residencia del rey, armería, tesorería del estado y prisión. Hoy en día, todo el país trata esta fortaleza con mucho cuidado, y los residentes de los lugares cercanos supervisan cuidadosamente su seguridad.
Al comprar un boleto a Inglaterra, asegúrese de encontrar tiempo para visitar Westminster Abbey, ubicada en las afueras del norte de la ciudad. Hasta el día de hoy, las ceremonias de coronación se llevan a cabo en él, y las tumbas reales también se encuentran aquí. La abadía tiene muchas cosas interesantes: una capilla con María Estuardo e Isabel I enterradas, una silla de coronación del siglo XV, varios monumentos a Shakespeare y otras figuras del arte inglés. Por cierto, regularmente se lleva a cabo un servicio religioso para la familia real en la Abadía de Westminster, y no se permite la asistencia de personas ajenas.
Otro lugar por el que Londres es conocida es su centro histórico Down Town. En Down Town, puede disfrutar de los edificios medievales conservados, visitar el museo de arte de Madame Tussauds; en otras palabras, disfrutar de todo lo que Inglaterra es tan famosa. Además, aquí puede comprar varios recuerdos a un precio razonable, incluidas figuras y figuras del símbolo moderno de estos lugares: Sherlock Holmes.
Un turista hambriento puede satisfacer rápida y económicamente hambre en uno de los acogedores cafés ubicados por toda la ciudad. Su menú casi siempre incluye un plato tradicional británico: puré de papas con salchichas fritas o hervidas, así como un abundante pastel con relleno de tocino y tomate, que sabe un poco a pizza italiana. En cuanto a los restaurantes de Londres, su visita les costará bastante.